Seguro que en alguna ocasión han tenido que celebrar una fiesta de pijamas para sus hijas.
Ellas se sienten protagonistas, princesas y mayores. Pueden jugar, maquillarse, hablar cosas de chicas…..
Pero, por qué terminar esta estupenda fiesta cuando se hace de día?
Vamos a prolongar un poquito más esa sensación de sentirse princesas y propón un ratito en un salón de belleza o peluquería antes de salir a pasear al parque.
Prepara un lugar agradable, utiliza la imaginación y hazles sentirse que están en una peluquería. Después de haber pedido hora, irán siendo atendidas por turnos y en ese momento da comienzo tu papel de peluquera.
Tratalas con mucha delicadeza a la hora de desenredarles el pelo, de cepillarlas, en incluso a la hora de realizar el peinado, atendiendo las sugerencias si las hubiera y adaptándolas a tus posibilidades.
No es necesario hacerles peinados muy complicados pero sí que para ellas sean especiales.
Peinado 1, pelo fino y fácil de enredar
Yo tuve que lidiar con un pelo un poquitín enredado y con mucha delicadeza conseguí desenredarlo, haciéndolo con mucho cuidado y sin que sintiera ningún tirón al hacerlo y le hizo sentirse cómoda.
El truco está en coger mechón por mechón y peinarlo primero por la parte inferior y luego la superior y siempre agarrando con la otra mano el naciente del pelo para que no sienta los tirones y luego le realicé un peinado que fuera coqueto hacia un lado, utilizando la trenza francesa invertida.
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Peinado 2, pelo liso y grueso
Realicé un peinado con un pelo bastante mas grueso, liso y corto, del que no estoy acostumbrada a trabajar, pero ya no hay pelo que se me resista. En este caso utilicé la la trenza espiga o francesa.
Peinado 3, pelo liso y con grosor normal
Por último le tocó a mi hija, en este caso hice una combinación entre trenza en cascada y trenza espiga. Uniendo los cabos sueltos de la trenza en cascada con la trenza espiga.
Si te fijas he realizado tres peinados diferentes pero con un denominador común que es el acabado lateral.
Hay que tener presente que no deben sentirse que una está mejor que otra y sobre todo tienes que tener presente que les gusta mucho verse iguales, como cuando se ponen una misma ropa o unos mismos zapatos.
El final de esta aventura siempre será la alegría que aparece en sus caras. Se miran unas a otras para verse los peinados, se sacan las fotos para que se vean los suyos propios y luego una merecida salida al parque para lucirlos.
Si has probado esta experiencia, no olvides dejar tu comentario.
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