Las claves para un cabello sano son muy sencillas:
- Utilizar los productos adecuados.
- Un correcto lavado del cabello.
El cabello de los niños por norma general suele estar sano, son pelos vírgenes ya que no han recibido tratamientos químicos (tinte, desrizado, mechas, etc..) que puedan alterar su textura.
Pero, aparte de los tratamiento químicos, los agentes externos también lo puede alterar, sobre todo cuando el cabello es largo.
Es normal que la melena tienda a aclararse y que las puntas se resequen. El sol, la piscina, el mar… hacen que el cabello pierda parte de la queratina (elasticidad, resistencia), que es de lo que está compuesto principalmente, y melanina (color del cabello).
¿Por qué sucede esto? El efecto del sol en el cabello hace que la melanina se oxide produciendo la aclaración y una vez oxidada no puede ser reemplazada. También hay que tener en cuenta que en el cabello largo el cosmético natural (sudor y sebo) llega solo a la altura del cuero cabelludo y poco más y por lo tanto el resto está más desprotegido.
Pero después de toda esta clase teórica, lo importante es que HAY SOLUCIÓN. Con los cuidados adecuados tu hija lucirá siempre una melena sana, fuerte y bonita.
Productos adecuados para el cuidado del cabello.
Lo aconsejable es utilizar un champú para niños que le de brillo, suavidad y como no, limpieza. También es importante que no irrite los ojos. Después, utilizar un acondicionador para mantener hidratado el cabello y facilitar el peinado.
A parte del champú y el acondicionador, hay aceites que se pueden aplicar después del baño o con el pelo seco, que ayuda al aporte de brillo y suavidad. Tú ya sabes cuál utilizo yo… el Aceite de Argán.
En el caso de que tenga actividades en la piscina, puedes utilizar champús especiales para el cloro. Los puedes conseguir en las parafarmacias, pero te aconsejo que siempre consultes a un experto si es recomendable para niños.
Cómo lavar el cabello
Un buen lavado de cabello es importante para que tu niña luzca una melena brillante, sana y fuerte.
¿No te has fijado que cuando vas a la peluquería y te lavan la cabeza, tu pelo dura más tiempo limpio? A parte de utilizar los productos adecuados para cada tipo de cabello, también interviene la forma de lavar el mismo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que sólo se debe lavar el cabello cuando sea necesario. ¿Qué quiero decir con esto? El cuero cabelludo tiene una protección natural compuesta por el sudor y el sebo (grasa). Esta mezcla hace de cosmético natural aportando suavidad al cabello. Una vez que lavamos el cabello, esta secreción tarda entre 12 y 24 horas en aparecer, dependiendo del tipo de cabello que tengamos (graso, normal o seco). Por lo tanto, el excesivo lavado hace que no de tiempo de generarse esta protección y por lo tanto dañamos el cuero cabelludo y el cabello.
Dicho esto, la frecuencia del lavado va a depender de si tu niña tiene el pelo graso, normal o seco y claro está de las actividades extraescolares que realice, ya que la suciedad se producirá por el exceso de sebo, sudor y agentes externos como el polvo, polución, etc… Por lo tanto, si está apelmazado, con poco brillo, grasa en el cuero cabelludo o el mal olor, son indicativos de que hay que lavarlo, no antes.
Ya teniendo claro esta parte, pasamos al lavado de cabeza.
Temperatura del agua.
Procura que la temperatura del agua no esté muy caliente, debe estar tibia para no dañar al cabello. Y si tu hija te lo permite, el último aclarado hazlo con agua fría.
Técnicas en el lavado de cabeza.
Para facilitarte la labor de un buen lavado, tu hija deberá estar de espaldas a ti y esto te permitirá trabajar más cómodamente.
Lo primero será mojar bien el cabello. Una vez esté bien mojado, daremos la primera mano de champú. No es necesario utilizar gran cantidad, esto lo único que conseguirá es que te cueste mucho más aclararlo.
Aplicación del champú.
Para una buena aplicación del champú deberás escurrir el exceso de agua del cabello, aplicar el producto sobre la palma de la mano, extenderla sobre la misma y aplicarlo de forma uniforme por toda la cabeza. Si quieres, para facilitar el reparto del producto, una vez lo hayas aplicado, vuelve a mojar un poco la cabeza.
El lavado debes de realizarlo en seis partes:
Parte 1. Parte superior de la cabeza.
Con la yema de los dedos, frotar de manera circular. Es importante que no utilices las uñas ya que esto solo conseguirá que dañe el cuero cabelludo.
Parte 2. A la altura de las orejas.
Coloca una mano en la coronilla para evitar movimientos bruscos de la cabeza ya que con la otra mano colocarás el dedo indice por arriba de la oreja y el dedo corazón por debajo de la misma. Realiza movimiento ascendentes y descendentes, no demasiado fuertes. Con esta maniobra te aseguras de que no quede suciedad detrás de las orejillas. Realiza lo mismo en el otro lado.
Parte 4. La coronilla.
En peluquería utilizan una técnica que consiste en colocar a la altura de la coronilla las manos entrecruzadas y realizar un movimiento en paralelo de dentro hacia afuera.
Esto en la ducha puede resultar complicado, así que utiliza la técnica explicada anteriormente pero utilizando la palma de la mano en vez de los dos dedos y el movimiento lo realizas a la altura de la coronilla de izquierda a derecha. Primero un lado y luego el otro. No lo realices de abajo hacia arriba ya que esto hará que se enrede más el pelo.
Parte 5. La nuca.
Ahora coloca la mano un poco más baja y realiza los mismos movimientos a la altura de la nuca.
Parte 6. La melena.
Es muy importante que no frotes la melena, ya que esto daña la cutícula del cabello y lo estropea bastante. Ten en cuenta que la mayor cantidad de suciedad, está en el cuerlo cabelludo y que a la melena no llega el exceso de sebo y sudor, por lo tanto lo único que tienes que hacer es extender el champú hacia abajo y con el gesto de cómo estuvieses «ordeñando a una baca» asegurarte de que queda bien repartido por toda la melena. Insisto, NO FROTAR LA MELENA.
Una vez hecho esto, aclara el cabello con agua. En esta mano no es necesario aclararlo en profundidad, ya que tendrás que dar otra mano.
En la segunda mano, sigue las mismas técnicas pero más suave y sin detenerte tanto, ya que la mayor parte la suciedad ya se ha ido con el primer lavado. Eso sí, si quieres evitar los piojos, añade 3 gotas de árbol de té en el champú. En el tip, Cómo evitar los piojos en tan solo dos pasos, te lo explico más detalladamente.
Una vez hayas dado la segunda mano, aclara con abundante agua. En este caso sí es importante que no queden restos de champú, para no dañar el cuero cabelludo ni el cabello. Una manera de saber si está bien aclarado, es pasar la mano por el cabello hacia abajo y si lo notas como áspero o que te cuesta bajar la mano con facilidad es que está listo para el siguiente paso.
Aplicación del acondicionador.
Antes de aplicar el acondicionador, escurre el exceso de agua para evitar que este se deslice y caiga.
Utiliza un acondicionador que aporte brillo y cómo no, suavidad para evitar los enredos y los tan indeseados tirones, con lo que tanto sufren las niñas.
Aplícalo en medios y puntas, y peina el cabello con un peine de puntas gruesas,
empezando por las puntas y luego la parte superior. En el artículo de cómo desenredar el pelo de tu hija sin dolor, te lo explico.
Una vez hecho esto, lavar con abundante agua y «si es posible» como dije antes, aplicar al final agua fría.
Cómo secar el cabello
Este punto aunque no lo parezca, también es importante. Al igual que te indiqué antes en el lavado de cabeza, a la hora de secar el cabello no debes frotar el mismo, ya que por un lado lo vuelves a enredar y por otro lado lo vas a dañar.
Por lo tanto:
- seca primero la parte superior ejerciendo ligeras presiones con las yemas de los dedos sobre la cabeza.
- Luego bajarás la toalla hasta la melena y rodeando la misma, presiona con las manos para quitar el exceso de agua. Perdona que insista tanto, pero no frotes, sólo presiona.
- Y para finalizar, (esta parte les encanta a la niñas) enrolla la toalla en sus cabezas a modo de turbante y déjasela unos diez minutos para quitar la mayor humedad posible. Hoy en día, ya te venden en varios establecimientos toallas específicas para esto.
- Una vez pasado este tiempo, quítale la toalla y peina normalmente.
Otros puntos a tener en cuenta
Evitar que tu hija se acueste con el pelo mojado.
Se que durante la semana es complicado ya que si la sueles bañar por la noche, y sobre todo en invierno, a penas da tiempo de que se seque el pelo, y entre las actividades y los deberes, hay poco tiempo de margen para hacerlo más temprano. Yo reconozco que este punto no lo cumplo mucho, pero bueno, es mi deber decirlo y si tú lo puedes hacer pues mejor.
Hay personas que usan el secador. Si este es tu caso, procura que el aire no esté muy caliente y que la boquilla del secador no vaya directamente al pelo. Ponlo en posición casi paralelo al mismo para no dañarlo.
No se deben realizar coletas ni trenzas con el pelo mojado.
Ya que se puede pudrir por el exceso de agua. Ten en cuenta que esta zona del pelo, no va a tener ventilación y por lo tanto permanecerá mojado durante todo el día, hasta que le sueltes el cabello y una de los factores que estropean el cabello es, aparte del sol, el exceso de humedad.
Hay productos que puedes utilizar para facilitar el peinado, sin necesidad de tener que mojarlo.
Y a la hora de dormir, si tiene el pelo muy largo y le molesta, puedes hacerle una coleta baja con un coletero suave, que no rompa el pelo o hacerle una trenza flojita.
Hasta aquí mi tip de esta semana, espero te sirva de ayuda y me comentes si has visto cambios en el cabello de tu hija después de aplicar estas pautas. Si te ha quedado alguna duda o hay algo que no entiendes bien, no dudes en consultarme y te atenderé encantada.
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