Seguro que muchas veces te ha pasado, que estás en la playa, en el río o en un lago y te quieres bañar pero te resistes por que el agua está muy fría.
Pero… ¿a que cuando entras y estás un ratito, dices ¡Que rica está el agua! y seguidamente animas a todo el mundo a que haga lo mismo?
Típica frase de «al principio esta fría pero luego se queda riquísima». Si dejamos atrás esos miedillos e inseguridades, se nos abre un mundo maravilloso.
«No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas» (Seneca)
Desde que estoy en este mundo de los peinados he escuchado a muchas madres decir: «soy una negada para eso», «me encanta verlos pero no me veo capaz», «no tengo paciencia», «parece muy complicado».
Pues yo no era muy diferente.
Una día vi un vídeo que hablaba de la zona de confort, y me dije a mi misma «pues yo estoy cómoda ahí», «uff, estoy demasiado cansada para cambiar ahora, no tengo tiempo». Pero lo que vi no me dejó indiferente. Por esto y por otras situaciones de la vida, me dí cuenta de que había que romper con eso y ver qué me esperaba después. Decidí enfrentarme a mis miedos.
Y uno de mis miedos era hacer trenzas. Me veía incapaz, y pasaba desconsuelo al ver por la calle a niñas con esos peinados tan bonitos.
Cuando mi hija mayor empezó a ir a la guardería, las cuidadoras la peinaban por mí y era fantástico, me resultaba muy cómodo.
Pero llegó el momento de entrar en el colegio y esas atenciones se acabaron. Yo me veía incapaz de hacer ningún peinado, me parecía un mundo. Le hacía una coleta y poco más y casi siempre volvía del colegio sin ella. Así que ocurrió lo que tenía que ocurrir, que aparecieron LOS PIOJOS.
Aunque parezca mentira, fue la presencia de esos «queridos» bichitos en mis niñas lo que me dio el empujón para armarme de coraje, vencer mis miedos y salir de mi zona de confort. Esta es mi historia.
A partir de ahí empecé a hacer peinados muy sencillos con las trenzas simples y cuál fue mi sorpresa que a mi hija le gustaba y volvía del colegio con el pelo recogido.
Estaba tan contenta conmigo misma que comencé a buscar tutoriales para aprender a hacer otros tipos de trenzas. Al principio los peinados no eran muy bonitos, las rayas torcidas, las trenzas mal hechas, pero nada de esto me paró y seguí aprendiendo y practicando.… y aún sigo. Este mundo no tiene fin.
Si estás dispuesta a seguir mis pasos, te aconsejo que:
Busques un lugar especial en donde se sientan cómodas las dos.
Este es mi rincón
Un sofá y dos cojines en donde se sientan mis hijas cada mañana. Es nuestro lugar favorito, sencillo y acogedor. No hace falta mucho para crear un entorno especial.
Este es uno de mis momentos mañaneros.
Mira los tutoriales de trenzas básicas
Te aconsejo que empieces por las trenzas básicas, primero la de dos cabos, luego la de tres así sucesivamente.
Lo ideal es que practiques al mismo tiempo que ves el vídeo y para ello tendrás que:
Practicar con tu niña o con un maniquí
Puedes comprarte un cabeza en cualquier tienda de productos de peluquería o incluso en tiendas de juguetes. Para que no te salga caro, el pelo tiene que ser sintético.
Este peinado, está hecho por mi hija mayor.
Si practican las dos a la vez, será mucho más divertido e incluso te facilitará la labor de peinarla después.
Incluso deja que tu hija te peine. No te prometo que vayas a quedar estupenda, ni que no haya tirones, pero ella se lo pasará pipa. Es esta foto incluso, está el maquillaje incluido, pero no enseño mi cara porque te podrías asustar.
No tires la toalla al primer intento
A la hora de practicar con ella, no esperes al momento de ir al colegio. Aprovecha cuando las dos estén tranquilas y mientras ella está viendo la tele o la tablet….pues ponte a su lado y practica las trenzas aprendidas.
Te aconsejo que mires también el artículo de cómo hacer una raya al medio perfecta . Ya que esto te facilitará mucho la labor a la hora de realizar los peinados.
El practicar haciendo trenzas me recuerda mucho a cuando me saqué el carnet de conducir. Se me quedó grabado cuando el profesor me dijo «al principio tienes la vista de túnel y luego a medida que vayas aprendiendo,tu campo visual se irá abriendo y serás capaz de controlar todo a la vez». Y era muy cierto.
Cuando empiezas a hacer trenzas, no tienes manos ni dedos suficientes para poder manejar el pelo, se te escapa por todos lados.
Pero verás como poco a poco el movimiento de los dedos será instintivo y tu campo visual se ampliará y podrás tejer la trenza al mismo tiempo que ves la dirección que va cogiendo, si se te queda algún pelo suelto e incluso, en ir pensando como vas a terminar el peinado.
Practica los peinados a partir del más sencillo
En el apartado de peinados te muestro muchas ideas. Comienza por el nivel sencillo y no avances hasta que no te veas cómoda con el resultado y te resulte fácil hacerlo. En ese momento realiza otro un poco más complicado, y así sucesivamente.
Siguiendo todos estos consejos, verás como en poco tiempo serás una madre que peina a su hija con trenzas. La clave está en quitarse el miedo, salir de la zona de confort, ponerle ganas y practicar, practicar y practicar.
Y si tienes cualquier duda, o te quedas parada en algún punto, yo estoy aquí para ayudarte y hacer que el aprendizaje te resulte más sencillo.
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Fotografía: Diseñado por Freepik